El día de su vigesimoctavo cumpleaños,
Emma Swan (
Jennifer Morrison, la rubia de House) recibe la visita inesperada de
Henry (
Jared Gilmore), el hijo que dió en adopción hace años y del que no ha vuelto a saber nada, quien le insiste para que le acompañe a
Storybrooke, el pueblo donde él vive y en el que, según él, los habitantes son víctimas de una maldición que sólo ella puede romper. Emma no se lo cree, naturalmente, pero accede a acompañar a Henry a su casa. Lo que comienza como un simple viaje de ida y vuelta se convertirá en una aventura llena de sorpresas.
Así es el inicio de la primera temporada de
Once Upon a Time (OUAT), serie norteamericana de la cadena ABC creada por los guionistas de
Perdidos (hay varios guiños hacia esa serie en OUAT) y cuya segunda temporada terminará en mayo. En España la estrenó primero AXN y luego la emitió Antena 3 con el nombre de
Érase una vez. La segunda temporada aún no se ha emitido en nuestro país.
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Emma Swan, la protagonista |
Uno de los aciertos de la serie está en relatar dos historias de forma paralela: la de Emma Swan, que tiene lugar en el mundo real, y la de los habitantes de Storybrooke en su vida pasada como personajes de cuento en su mundo antes de la maldición, que se cuenta mediante varios
flashbacks y de la que los habitates de Storybrooke no recuerdan nada.
La narración protagonizada por Emma tiene como trama central el reencuentro de ésta con su hijo y las luchas que tiene con la madre adoptiva de Henry,
Regina, la alcaldesa de la localidad. Conocemos a la vez que Emma los diferentes personajes del pueblo y asistimos a los intentos de Henry por hacerle creer que la maldición de la que le habla (y que él decubrió en su libro de cuentos) es real.
Sin embargo, la narración que en muchas ocasiones es más interesante es la que nos vuelve a contar los cuentos, más inspirados por las adaptaciones de Disney que por los textos tradicionales –no olvidemos que la cadena ABC es de Disney–, con algún que otro toque distinto que logra sorprender al espectador. La unión de ambas tramas da un ritmo interesante a la serie, ya que hay
ciertos paralelismos (como puede ser la historia de amor imposible entre
Mary Margaret/Blancanieves y su príncipe encantador).
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Regina Mills, la alcaldesa de Storybrooke |
El único problema (a parte del chirrío que producen algunos efectos especiales) reside en que quizás se centre demasiado en Blancanieves (
Ginnifer Goodwin) y su lucha contra su madrastra (
Lana Parrilla), la alcaldesa de
Storybrooke y responsable de la maldición), lo que quizás pueda llegar a cansar un poco. Lo mejor son los giros inesperados que da en algunas historias, con lo que consigue sorprender al espectador. Y resulta muy entretenido intentar adivinar qué personaje de cuento es cada personaje del pueblo (los juegos de palabras con algunos nombres dan alguna que otra pista).
El mejor personaje de la serie es, sin duda alguna, tanto por el talento del actor como por el carisma del personaje y su peso en ambas tramas,
Mr Gold/Rumpelstiltskin (Robert Carlyle), conocido en nuestra cultura como "el Enano Saltarín", famoso por los tratos que hace con todo el mundo a cambio de magia. Entre los secundarios, destacan el misterioso escritor (Eion Bailey) y Ruby/Caperucita Roja, alias "Red" (Meghan Ory) o el Sombrerero Loco (Sebastian Stan).
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Blancanieves |
OUAT cuenta con 22 episodios, lo que hace que, en ocasiones, la historia se alargue demasiado, llegue a aburrir y parezca que se esté estirando el chicle. Como es normal, algunas historias aportan poco a la trama principal y se dejan muchas preguntas en el aire. A pesar de ser una buena serie de entretenimiento familiar, es algo irregular. Y en algunos momentos parece más un melodrama pasteleos que una serie con ganas de triunfar.
Uno llega a Storybrooke escéptico, como su protagonista, con dudas de si
es el sitio correcto donde dejarse caer durante un tiempo. Pero si, como Emma, decidimos quedarnos, la serie nos dejará recuerdos de todo tipos: emocionantes,
aburridos, alegres, tristes... y puede que incluso nos haga creer de nuevo en la magia.