lunes, 22 de abril de 2013

Criadas y señoras (2011)


Director: 


Sinopsis: Mississippi, años 60. Skeeter es una joven sureña que regresa de la universidad decidida a convertirse en escritora. Su llegada altera la vida de la ciudad e incluso la de sus amigos porque se ha propuesto entrevistar a las mujeres negras que se han pasado la vida al servicio de las grandes familias sufriendo todas las formas de discriminación racial.

Fried chicken just tend to make you feel better about life.

Un drama sureño ambientado en los Estados unidos de los años sesenta en defensa del racismo y la amistad. Esa es la película que nos trae , más conocido por sus interpretaciones que por sus direcciones, ya que no fue muy aclamado por el único largo realizado hasta esta película, Pretty Ugly People. Ahora Taylor tiene la oportunidad de redimirse, y parece que ha acertado con la fórmula del éxito. En común entre sus dos largometrajes tenemos la lucha por una clase que en principio parece inferior. En Pretty Ugly People denunciaba el sobrepeso, y en esta ocasión, con algo más de transfondo, denuncia las injusticias a las que se veían sometidos los negros a mediados del siglo pasado, apoyándose en la experiencia de , genial en su papel de Skeeter Phelan, al igual que todo el reparto.


No es la primera película que trata sobre el racismo. Otras producciones muy aclamadas se ganaron su puesto en los anales del cine tras tratar de un modo muy humano, al igual que en The Help, este tema que aún sigue dando bombo en las pantallas. Películas como Matar a un ruiseñor, Gran Torino o Todos Nos Llamamos Alí ya lo han abarcado, pero esta sin duda es la primera que lo hace desde el punto de vista de las criadas del hogar de color y todo por lo que tienen que pasar en su día a día.


En  cuanto al guión, se trata de una adaptación del mismo Tate Taylor de la exitosa novela de Kathryn Stockett, publicada con el mismo nombre, y ganadora del New York Times bestseller (Fiction, 2009, 2011) o el Orange Prize Longlist (2010). 

Para llevar la reproducción lo más fidedigna posible de la novela recurrieron a la fotografía de Stephen Goldblatt, que recrea a la perfección los ambientes y los contrastes que se daban entre las exquisitas casas de las señoras y las de las criadas. Sin olvidarnos del papel que juega la dirección artística, al cargo de Curt Beech, que nos hace trasladarnos al mismo Missisipi. Guarda gran similitud con los escenarios de la época, tanto que parece que viajemos en el tiempo. Otro punto fuerte es el vestuario, diseñado a la perfección, al igual que la banda sonora, compuesta por Thomas Newman, creando un ambiente magnífico. 


El único “pero” que tengo para esta película es la duración. Dos horas y media de película que en ocasiones se puede hacer muy pesada de ver, sobre todo en las escenas en las que las protagonistas solo hablan y hablan de su vida, que aunque nos sirve para aprender sobre ellas y el porqué son así, caen en la monotonía y el aburrimiento. Si esta película, con todos sus ingredientes, la hubiesen podido acortar tres cuartos de hora, sería perfecta. 

Como conclusión, se trata de una gran película, con una gran fuerza en sus personajes, y que nos hace estar muy pendientes del trabajo de Skeeter desde el inicio de la película hasta el final, involucrándonos con ella y sus amigas criadas. Una buena producción con la que, a mi parecer, Tate Taylor ascenderá a una prestigiosa posición en lo que a dirección y guión se refiere en el siempre desafiante mundo de Hollywood.


Trailer



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