Título: Hugo
Sinopsis: París, años 30. Hugo es un niño huérfano que vive
escondido en una estación de tren y se ocupa de mantener los relojes. Se verá
envuelto en una misteriosa aventura cuando intente reparar robot
estropeado. Un día conoce a una chica que tiene la llave
que podría resolver el misterio del robot...
Come and dream with me.
Más o menos eso es lo que te pide el director Martin Scorsese al comenzar la película. La introducción demuestra unos cuantos puntos fuertes de la producción: el 3D, los movimentos de cámara y la velocidad vertiginosa que tienen algunas escenas.
¿La invención de Hugo es una obra creada por Scorsese? No, esta película es la adaptación de un libro de Brian Selznick. Ambas obras tienen el mismo objetivo, a parte de vender cuanto más mejor. El objetivo es hacer un homenaje al séptimo arte y lo llevan a cabo bajo una máscara de diseño infantil. En la película está muy clara, la ambientación en la estación, la estética de los años treinte junto con ese halo que impregna toda la película. Si dicen que es Disney es creíble.
El homenaje al Cine está en la segunda parte de la película, ya que la primera es la presentación de los personajes y el misterio del autómata. La Oda a la cámara, a las historias, a los sueños, se centra en la figura de Georges Méliès, un cineasta francés de principios de siglo XX, un creador de sueños en el principio del séptimo arte. Scorsese intenta soñar y hacer soñar al público como lo hizo Méliès. En esto se apoya en las nuevas tecnologías, como lo hizo el maestro francés, pero descuida la trama y en algunos momentos la historia se queda floja, sin ritmo.
Los actores cumplen su papel, en especial Ben Kingsley y Asa Butterfield (Georges Méliès y Hugo respectivamente). Es sorprendente el inspector de la estación, un desconocido Sacha Baron Cohen (sí, el de Borat & Co.). Este personaje parece ser un homenaje a Buster Keaton, no sabe sonreír, parece ser patoso, nada le sale bien... Esta película tiene un homenaje tras otro, personajes, escenas (reminiscencias de Casablanca en alguna secuencia en la estación...)
Los actores cumplen su papel, en especial Ben Kingsley y Asa Butterfield (Georges Méliès y Hugo respectivamente). Es sorprendente el inspector de la estación, un desconocido Sacha Baron Cohen (sí, el de Borat & Co.). Este personaje parece ser un homenaje a Buster Keaton, no sabe sonreír, parece ser patoso, nada le sale bien... Esta película tiene un homenaje tras otro, personajes, escenas (reminiscencias de Casablanca en alguna secuencia en la estación...)
La experiencia es para el 3D, la primera secuencia es digna de mención, los oscars que ganó fueron todo técnicos. Es un canto al Séptimo Arte, a su función soñadora y a una gran figura del cine.
Fernando Serrano
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