viernes, 9 de marzo de 2012

El precio de la verdad (2003)



Director: Billy Ray



Sinopsis: Basada en hechos reales, narra la historia de Stephen Glass, un joven y prometedor periodista de Washington que en 1998 cae en desgracia cuando se descubre que se ha inventado la mitad de sus reportajes. Pocos meses después de ser nombrado director de The New Republic, Charles Lane despidió a Stephen Glass, el más joven de sus reporteros, por inventarse un artículo que apareció en la revista con el título "Hack Heayen". 


 It's in my notes.


Cuando el periodismo pierde el norte, la sociedad no sabe hacia donde avanza. En este caso el problema se da en una de las revistas más importantes de los Estados Unidos, The New Republic. Esta revista es sobre casi todos los temas posibles, pero sobre todo política, literatura...

Dentro de la redacción de la revista abundan los periodistas jóvenes y con ganas de sobresalir y triunfar. De todos destaca el nombre de Stephen Glass. Este siempre tiene la mejor historia, la historia más entretenida y con más toque de actualidad sin perder un punto de gracia. Son reportajes frescos y muy difíciles de conseguir.  El resto de la redacción le ve como el modelo a seguir. Es el ideal de periodista, aquel que además de trabajar mucho ayuda al resto de los redactores. Este periodista está interpretado por Hayden Christensen. Que el papel le queda bien, aunque en algunos casos parece que está sobre actuando y da la sensación de demasiado teatro para un personaje que es un mentiroso compulsivo.

Cada personaje está muy bien definido, el protagonista es lo que es, un mentiroso. Lo que no se sabe es la causa de su mentira, parece que lo hace para destacar y que le hagan caso. En el caso del director de la Redacción, es diferente. Este es el prototipo de periodista, donde busca la verdad y la comprobación y contraste de datos. Es justo (dentro del concepto clásico de justicia) y no se deja influir por el ambiente, lo que viene siendo un director modélico y utópico. La otra periodista digna de mención dentro de la redacción es Caitlin Avey, es la compañera de Glass. Lucha por él y cree en él. Pero al final no tiene otra que abrir los ojos y darse cuenta.

La película enfrenta dos tipos de periodismo, el que se apoya en la realidad y quiere dar al ciudadano la verdad. Mientras que el otro es aquel que se apoya en la máxima de que la verdad no te fastidie una buena historia. Se agradece que por lo menos en esta película triunfe el buen periodismo, no como en otras que critican este asunto, como En tiera de nadie o Hotel Rwanda.

La ética práctica del buen periodismo triunfa en una película que len algunos momentos carece de algo de ritmo y en la que el actor principal parece que sobreactua, pero te enseña como se trabaja en las revistas serias y de calidad.

Fernando Serrano


Trailer




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