El verdugo (1963)

Título: El verdugo Director: Luis García Berlanga Intérpretes: Nino Manfredi, Emma Penella, José Isbert Sinopsis: José Luis es un empleado de una funeraria. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Por falta de medios económicos Amadeo, que está a punto de jubilarse, persuade a José Luis para que solicite la plaza de verdugo, lo que le daría derecho a una vivienda. José Luis acaba aceptando la propuesta de su suegro con el convencimiento de que jamás se presentará la ocasión de ejercer tan ignominioso oficio. ¿Qué diferencia a un verdugo de un enterrador? Pues que mientras el segundo trabaja con muertos, el otro los fabrica trabajando con vivos. Más o menos esta es la diferencia entre los dos protagonistas y como es el paso de trabajar con, a fabricarlos. Eso sí, tienen en común que están en lo más bajo. Nadie quiere tener relación con alguien de ese gremio. Una gran crítica de Berlanga  Grande, porque abarca todo y también porque es capaz de colarla en 1963, repartiendo a diestro y siniestro, a todos los sectores sociales y sin despeinarse. Pero también tiene mérito, y puede que más, el guionista Rafael Azcona, responsable de este guión tan cómico y tan ácido (como lo hace en otras películas como El cochecito, donde Isbert hace un papel similar, o La escopeta nacional). Que José Luis (Nino Manfredi) esté todo el rato repitiendo lo de irse a Alemania para ser mecánico, que el "paraiso" que son las Baleares o la caricatura de los funcionarios, son algunos ejemplos. El director usa la historia del enterrador que se convierte en verdugo para hacer ver que "el que dirán" se queda corto frente al "hazlo por el niño". El hombre es capaz, al final, de matar por tener un piso con vistas a la sierra. También que también es capaz de violentarse e ir frente a su conciencia y aunque sabiendo que lo tendrá que volver a hacer, dice que será la última. Trailer