Un lugar para soñar (2011)

Título: Un lugar para soñar

Director: Cameron Crowe

Intérpretes:  Matt Damon, Scarlett Johansson y Thomas Haden Church

Sinopsis: Basada en la biografía de Benjamin Mee, un hombre que compró un zoo e intentó, con la ayuda de su familia, sacarlo adelante.

 I like the animals. I love the people. 

Un hombre ha perdido a su mujer. Tiene dos hijos, uno entrando en la adolescencia y una niña pequeña. Busca cambiar de aires y para ello le pide consejo a su hermano. Hasta aquí nada raro. Lo extraño comienza cuando se mudan a una finca que incluye un zoo en el jardín.

La historia que plantea el director, Cameron Crowe, es muy, pero que muy sencilla. Un cambio de aires, relaciones familiares, amor... Lo extraño radica en el zoo. No por ser una historia sencilla es mala, aburrida o sosa. Crowe consigue hacer algo con alma, pero eso sí, le falta algo de cuerpo.

Debido a esa falta de cuerpo en la trama principal, lo que más destacan son las historias secundarias. El zoo es una excusa para hablar de las relaciones padre-hijo, el drama de la muerte de un ser querido, la superación y el esfuerzo. Pero lo más destacable de esas historias en segundo plano son las dos de amor. Una es entre el protagonista, interpretado por Matt Damon, y la jefa de los trabajadores del zoo, que le da vida Scarlett Johansson. La otra, que tiene más intringulis, la protagonizan los pequeños de la película: el hijo del personaje de Matt Damon y la sobrina, en la ficción, de Scarlet Johnansson. El chico es un poco borde, retraido, tímido y más bajo que ella. Una gran Fanning que intenta volver a encandilar al público como hizo en Super 8, pero en este caso le faltan minutos para llegar a hacerlo.

Una película agradable, como si se pasease por un campo lleno de flores. No hay nada espectacular, extraño que atraiga la mirada. Pero la sencillez de la historia y la amabilidad de los personajes consigue una mirada de aprecio por parte del espectador.

Fernando Serrano

@fserloz

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