Título: Les Miserables
Director: Tom Hooper
Intérpretes: Hugh Jackman, Russell Crowe y Anne Hathaway
Sinopsis: El expresidiario Jean Valjean es perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert. Cuando Valjean decide hacerse cargo de Cosette, la pequeña hija de Fantine, sus vidas cambiarán para siempre. Adaptación cinematográfica del famoso musical 'Les miserables', basado a su vez en la novela homónima de Victor Hugo.
"How was I to know that so much hope was held inside me?"
Una de las sensaciones cinematográficas de diciembre fue, sin duda, la adaptación del conocidísimo musical de Broadway Les Misérables, que es a su vez una adaptación de una novela de Victor Hugo publicada en 1862 (que me planteé leer pero, visto el tocho que es, no sé cuándo me atreveré… o si me atreveré algún día).
El resultado, en mi opinión, no decepciona. Siempre y cuando uno recuerde que está viendo una película musical, no un músical. Se dice que hay actores que no dan la talla vocal (y yo creo que prácticamente ninguno consigue que le salga bien eso de 'recitar-cantando', que no es ni hablar ni cantar sino una mezcla de las dos cosas) y que por qué se ha escogido a actores sin experiencia musical profesional para este tipo de película. Tom Hooper se defiende argumentando –y yo creo que tiene razón– que lo que los actores no alcanzan en calidad vocal lo suplen con su calidad interpretativa. Y no es que en Broadway o en el West End londinense no se actúe, sino que el tipo de interpretación que se realiza encima de un escenario –donde el contacto con el público es directo, no hay intermediarios, donde la gente aplaude en cuanto sales a escena (como se hace en Broadway, si es un actor conocido) o cuando bordas un showstopper– no es el mismo que el de una producción de Hollywood. En un musical, la voz prima sobre lo visual, mientras que en el cine lo visual prima sobre la voz; es decir, que en un teatro es imposible representar las multitudes de París como se hace en la película, del mismo modo en que esos primeros planos en los que tanto se apoya Hopper para dar más intimísmo y dramatismo a algunas canciones (I dreamed a dream, Empty chairs at empty tables) son imposibles de reproducir en un escenario. Así que el "exceso de interpretación en detrimento de la voz" no está de más en una película… siempre que se cante bien y no se repita lo de Pierce Brosnan en Mamma Mia!
Otro ejemplo que me viene a la mente es la película de El Fantasma de la Ópera, basada en el musical del mismo nombre. Hubo quien criticó que Gerard Butler no cantaba tan bien como para hacer de Fantasma, pero entre su interpretación y la de Patrick Wilson, que hacía de Raoul, el artistócrata enamorado de Christine, hay años luz de distancia. Wilson puede cantar mejor (que lo hace), pero su interpretación de cartón-piedra hace perder muchos puntos a su personaje.
Lo que está claro es que Les Misérables puede no haber sido el gran éxito que auguraban algunos, pero ha sido une éxito. Y aunque la expectación cara a los Oscars haya disminuido, parece muy claro que Anne Hathaway tiene asegurado (y más que merecido) la estatuilla a mejor actriz secundaria. Ese I dreamed a dream es, simplemente, sobrecogedor.
Trailer
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