Y resume muy bien la película dirigida por Ryan Coogler (estrena el año que viene Black Panther de la casa Marvel) y protagonizada por Stallone, Michel B. Jordan (Chronicle, Los 4 Fantásticos) y Tessa Thompson (Selma, Querida gente blanca).
Puede que esa cercanía con el espectador, el ver que los personajes pasan por lo que pasa la gente corriente, que no hay nada espectacular, que sufren, que gozan, que lloran, que se alegran... esa idea también está presente en la primera entrega de la saga y por eso hay esa empatía con Rocky y en este caso también con Adonis.
Puede que la película peque de metraje, pero por lo demás da en el clavo. Presentaciones muy bien hechas. Con varias pinceladas muestran a cada personaje, en los que no hay doblez, son sencillos y totalmente transparentes. El espectador no se encuentra con dobles sentido, la película no quiere hablar de eso. Y puede que ese acierto es el que haya conseguido que con un presupuesto de 35 millones de dólares haya logrado más de 100 millones solo en Estados Unidos.
Película para ver en familia, eso sí, antes se recomienda ver la primera entrega de Rocky, para que la gente sepa las razones que llevan a actuar a los protagonistas.
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