Buena entrada sobre una no tan nueva figura de la pantalla.
Sherlock Holmes es, sin duda alguna, uno de los personajes de ficción más conocidos. Como pasa con otras obras literarias, como por ejemplo Los Tres Mosqueteros, las adaptaciones de las aventuras del personaje creado por sir Arthur Conan Doyle son múltiples
y muy variadas, ya desde principios del siglo XX y en formatos tan
distintos como series de radio, obras de teatro, películas de dibujos
animados, series de televisión y varias películas.
He de admitir que apenas he leído un par de novelas de Doyle porque, si
bien me encantan los libros policiacos y de intriga, el problema de las
de Holmes es que, al estar contadas desde el punto de vista de Watson,
el lector no puede participar en la investigación, lo descubre todo al
final, cuando Holmes cuenta qué ha pasado. Y a mí lo que me gusta es
intentar adivinar quién es el asesino o ladrón, qué ha pasado, descubrir
pistas… jugar a ser el detective, vamos (aunque nunca he conseguido
adivinar el final de una novela de Agatha Christie).