Título: Buried
Director: Rodrigo Cortés
Intérpretes: Ryan Reynolds (el resto son voces)
Sinopsis: Después de ser secuestrado, Paul Conroy, contratista
civil en Irak, se despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera con un teléfono móvil y un mechero.
I'm buried in a box. I'm buried in a box!
Una cara, una caja, un móvil, un mechero, un secuestro y decenas de llamadas. El objetivo: salir con vida antes de que se acabe el oxigeno. El problema: solo tiene noventa minutos antes de que se le termine el aire.
Rodrigo Cortés dirige una soberbia película que tiene dos características muy peculiares: es tiempo real y se rueda íntegramente en un ataúd. En el estilo de la historia me recuerda a Última llamada y por poner otro caso parecido, la famosa escena de Kill Bill Vol. 2 en la que Uma Thurman consigue desenterrarse ella sola.
En el caso que nos ocupa esta entrada, el director consigue a través de la historia -mejor dicho de las llamadas- meternos en la trama. La tensión que genera, la angustia que transmite el protagonista, consigue que nos veamos también dentro de la caja. Esto es obra de Ryan Reynolds,que lo hace de forma espectacular ya que es él y la cámara durante la hora y media que dura la película.
Hablando de cámaras. Es increíble como consigue Cortés "meter" una en el ataúd y empezar a moverla y que no parezca extraño para el espectador. En algún momento te paras a pensar como lo ha hecho, pero el pacto de lectura que el director ha hecho con el espectador lo hace creíble.
Buried es una película que no deja indiferente. Te atrapa, no te deja salir y menos respirar. El director consigue generar una atmósfera de tensión y de ahogo solo con una cara, un ataúd y decenas de llamadas. Por cierto, es española.
@fserloz
Trailer
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