Título: Cartas desde Iwo Jima
Director: Clint Eastwood
Intérpretes: Ken Watanabe, Kazunari Ninomiya y Tsuyoshi Ihara
Sinopsis: Segunda Guerra Mundial. La batalla más cruenta de la guerra en el Pacífico, murieron más de 20.000 japoneses y 7.000 americanos. El objetivo un peñón estratégico de cara a la invasión de Japón. La resistencia de los japoneses fue dura y el planteamiento fue a través de túneles y cuevas.
La película, excepcional, se centra en tres puntos: el honor, la vida y la familia. Para ello pone como telón de fondo la dura batalla de Iwo Jima que enfrento a los marnines y a los soldados japoneses por un trozo de piedra que era el punto de apoyo para los americanos de cara a los bombardeos a Japón.
Clint Eastwood abandona, de algún modo, la visión pesimista a la que nos tiene acostumbrados para hablarnos de la vida y la familia. Pero eso si con el trasfondo de la guerra. En este caso el halo de pesimismo está presente pero no de la misma forma que en "Million Dolar Baby" o "Gran Torino". En este caso es una poesía que se repite en cada carta que se envía a la familia.
Los personajes principales son el general Kuribayashi (Ken Watanabe) y el soldado Saigo (Kazunari Ninomiya). Ambos saben que su vida pende de un hilo. El primero se enfrenta a la cuestión de como defender el peñón y de la discusión que esto genera con los oficiales de la Marina (durante la II Guerra Mundial el ejercito de tierra y el del mar se enfrentaban y tenían rencores), mientras que el segundo solo busca salir de la isla con vida y volver con su mujer.
En cada momento de la película se refleja el enfrentamiento de dos sentimientos: honor y supervivencia. Esto se debe a que en Japón, durante mucho tiempo se aplicaba el Bushido, donde el rendirse era un deshonor y un acto de cobardía. En la película se refleja en varios momentos y escenas, como el de las granadas o las cargas Kamikazes.
La película es correcta, por no decir que es buena. Dura en muchos momentos y refleja bastante bien como era la vida de los soldados japoneses durante la guerra: malnutridos, enfermedades, abusos por parte de los superiores...
La película quiere poner en la pantalla la visión de los japoneses, la de los americanos es otra película: "Banderas de nuestros padres".
For our homeland. Until the very last man. Our duty is to stop the enemy right here. Do not expect to return home alive.
La película, excepcional, se centra en tres puntos: el honor, la vida y la familia. Para ello pone como telón de fondo la dura batalla de Iwo Jima que enfrento a los marnines y a los soldados japoneses por un trozo de piedra que era el punto de apoyo para los americanos de cara a los bombardeos a Japón.
Clint Eastwood abandona, de algún modo, la visión pesimista a la que nos tiene acostumbrados para hablarnos de la vida y la familia. Pero eso si con el trasfondo de la guerra. En este caso el halo de pesimismo está presente pero no de la misma forma que en "Million Dolar Baby" o "Gran Torino". En este caso es una poesía que se repite en cada carta que se envía a la familia.Los personajes principales son el general Kuribayashi (Ken Watanabe) y el soldado Saigo (Kazunari Ninomiya). Ambos saben que su vida pende de un hilo. El primero se enfrenta a la cuestión de como defender el peñón y de la discusión que esto genera con los oficiales de la Marina (durante la II Guerra Mundial el ejercito de tierra y el del mar se enfrentaban y tenían rencores), mientras que el segundo solo busca salir de la isla con vida y volver con su mujer.
En cada momento de la película se refleja el enfrentamiento de dos sentimientos: honor y supervivencia. Esto se debe a que en Japón, durante mucho tiempo se aplicaba el Bushido, donde el rendirse era un deshonor y un acto de cobardía. En la película se refleja en varios momentos y escenas, como el de las granadas o las cargas Kamikazes.
La película es correcta, por no decir que es buena. Dura en muchos momentos y refleja bastante bien como era la vida de los soldados japoneses durante la guerra: malnutridos, enfermedades, abusos por parte de los superiores...
La película quiere poner en la pantalla la visión de los japoneses, la de los americanos es otra película: "Banderas de nuestros padres".
Fernando Serrano
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