Título: También la lluvia
Sinopsis: Cochabamba, Bolivia. Año 2000. Sebastián y Costa se han propuesto hacer una película sobre Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Mientras que Sebastián, el director, pretende desmitificar al personaje presentándolo como un hombre ambicioso y sin escrúpulos; a Costa, el productor, sólo le importa ajustar la película al modesto presupuesto del que disponen. La película se rueda en Cochabamba, donde la privatización del agua siembra entre la población un malestar tal, que hará estallar la tristemente famosa Guerra del Agua (abril del año 2000). Quinientos años después del descubrimiento de América, palos y piedras se enfrentan de nuevo al acero y la pólvora de un ejército moderno. Pero esta vez no se lucha por el oro, sino por el más imprescindible de los elementos vitales: el agua.
“Yo soy la voz de Cristo que clama en el desierto de esta isla y, por lo tanto, conviene que la oigáis con toda atención. Todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís por la crueldad con que tratáis a estas inocentes gentes." Fray Antonio de Montesinos.
Esta película, representante española en los Oscars, ganadora de 3 Goyas (actor de reparto, música original y Dirección de producción) y premio del público en el Festival de Berlín, presenta varios temas, algunos de ellos graves y que seguirán, seguramente en el futuro, presentes en el mundo.
Se nos presentan dos mundos: el del habitante de Cochabamba y el del equipo de producción de la película. Los primeros viven, más bien sobreviven dentro de la jungla que es su vida. En los primeros compases de la producción se muestra como tienen que cavar una zanja de siete kilómetros para poder traer agua hasta el barrio. Mientras que los segundos viven en de forma "normal" (para un europeo o un norteamericano) con todas las comodidades.
Los actores (Tosar, García Bernal, Elejalde, Carlos Santos...) representan cada uno un tipo de persona diferente. Costa (interpretado por Tosar) es el productor que intenta que la película salga adelante ajustándose al presupuesto. Sebastián, es un director romántico, no idealista. Se plante a ayudar a los indígenas pero su película está siempre por delante.
Otra cosa que llama la atención es como varios personajes tienen una forma de ser que choca con su personaje de la película sobre la conquista y Colón. Antón (interpretado por Elejalde, ganador del Goya) dentro de la producción es una persona que no tiene a nadie, algo borracho y que pasa de todo lo que suceda a su alrededor, aunque tiene un corazón bastante grande; mientras que su personaje Cristóbal Colón es un hombre desalmado que no duda en acabar con todo lo que se mueve. Por otro lado están los dos que interpretan a los defensores de los indios durante la época de la conquista: Juan "Antonio de Montesinos" y Alberto "Bartolomé de las Casas" (caracterizados por Raúl Arévalo y Carlos Santos) son todo lo contrario. En un inicio son como sus personajes, piensan en los indígenas, se escandalizan por sus abusos... pero a las primeras de cambio...
Otro tema importante es como representan el mundillo del cine. Un mundo que "te jode la vida". Es un mundo donde le dinero lo es casi todo. Donde cada uno busca lo suyo y los demás que se busquen la vida. También critica como no afecta a los actores lo que sucede a su alrededor, los conflictos del agua no les afecta de forma total, solamente de forma superficial.
Un paralelismo más, solamente uno más. Es el de la conquista y el momento en el que se sitúa temporalmente la película. Los indígenas sufrieron, no de la forma tan brutal como se pinta (Leyenda Negra), y los indigenas vuelven a sufrir pero esta vez por algo más importante que el oro, el agua. Otra diferencia es que el opresor es el mismo gobierno, no extranjeros que vienen a poner su sistema a otro pueblo.
Trailer de la película |
BSO (Alberto Iglesias)
"Es algo más que un retrato digno acompañado de inmejorables intenciones. Es una buena y compleja película. Iciar Bollaín cree en lo que está contando y lo sabe transmitir con talento" (Carlos Boyero: Diario El País)
"Un sutil, demoledor, ejemplo de combatividad política, moral. (...) la película gana enteros en cuanto estalla el conflicto, en la toma de conciencia de Tosar (...) Puntuación: *** (sobre 5)" (Fausto Fernández: Fotogramas)
"Bollaín se moja y conquista de nuevo el cine social. (...) Esa manera de engarzarse varias películas en una sola (y por el mismo precio) es el gran logro de una obra que acaba por resultar perfecta en su construcción (...) Puntuación: **** (sobre 5)" (Carlos Marañón: Cinemanía)
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