Sinopsis: Con motivo de una guerra, los niños son evacuados en avión. Uno de los aparatos sufre una avería y cae al mar, cerca de una isla desierta. Los niños supervivientes llegan a la isla, llevando consigo al piloto que está malherido. En tal circunstancia, no tendrán más remedio que organizarse si quieren sobrevivir... Adaptación de la novela homónima del premio Nobel de literatura William Golding.
La diferencia entre la civilización y lo
salvaje se puede mostrar en tan solo 90 minutos, y Harry Hook lo consigue
llevando a la pantalla el libro de William Golding. El señor de las moscas, libro leído por multitud de adolescentes,
muestra como el comportamiento de un grupo de niños va cambiando al verse
alejados de la civilización.
Hook lleva a cabo una adaptación demasiado rigurosa y fiel
al libro. Sin dejar apenas lugar a que el lector pueda pensar a lo largo de la
historia. No existe momento de silencio, siempre hay ruido y eso que la
historia se presta a dejar momentos en los que el espectador piense sobre lo
que ha pasado. Ese ruido son los diálogos y la música. Los primeros pueden
verse como algo obligado, pero con la cámara se ha demostrado que algunas cosas
se pueden decir con gestos, miradas… Lo segundo, la música, es estridente,
molesta y además muestra y realza el montaje de la película. Esto se debe a que
en algunas escenas tanto el ritmo de la melodía como el de la acción es el
mismo y otro ejemplo es que en algunos momentos la música entra a la vez que el
cambio de plano, lo que hace que el espectador se de cuenta de los cortes.
Otra cosa que no me acaba de convencer en la película es el
juego que le da a la cámara lenta, a realentizar la acción. Hook lo hace en dos
momentos puntuales, el primero es en la escenificación de la cacería y el
segundo cuando todo el grupo persigue a Ralph (Balthazar Getty). No acaba de
convencer, ya que aunque quiere darle ciert dramatismo ya solo con la melodía
que acompaña a cada acción lo consigue.
Pero no todo son de arena para esta película. La historia
está muy bien adaptada. Tal vez tenga más peso el guión que la puesta en
escena, y eso puede ser malo a la hora de que envejece un poco rápido, pero a
la vez para el tipo de historia que cuenta es algo que favorece la llegada del
mensaje al espectador. Mensaje que se muestra de forma clara y concreta. Tan
concreta que seguramente la mirada se aparte de la pantalla en varios momentos
por ser demasiado violentos. Porque ver a niños matando otros niños no es nada
agradable, y aún estando acostumbrados a ver sangre y muertes en las películas.
Tal vez lo que más le pesa a El señor de las moscas es que solo quiere enseñar, no quiere que el
espectador reflexione a la vez que ve la película. Cosa que hace Malick en La delgada línea roja. Este consigue
momentos d conteplación y silencio con los que hace que el espectador piense
por si mismo sobre lo que acaba de pasar. En la película de Hook solamente nos
paramos a pensar en un momento, pero no deja tiempo para una reflexión
profunda. Eso lo tenemos que hacer con la llegada del final. Con los créditos
finales y al encender la luz es cuando podremos pensar, y discutir con el resto
de espectadores la idea de fondo y como se trata toda la violencia que contiene
la historia. Porque a pesar de ser una película para un público joven y haber
envejecido, hay varios momentos en los que muchos cerranrán los ojos.
Hook sigue el libro al pie de la letra, reescribe la
historia con pocas variaciones. Simplemente coge una historia genial y la lleva
a la pantalla. Tal vez pierda algo de esa genialidad, pero por lo menos
mantiene ese fondo violento y oscuro que tiene el hombre.