viernes, 18 de agosto de 2017

Blood Father (2016)

Well, I'm not a trailer park poet like you, Kirby. You're gonna have to tell me.

Con esta frase que podemos describir todas las características de "Blood Father", película dirigida por Jean-François Richet y protagonizada por Mel Gibson. Directa, sin rodeos, explícita, sencilla y lineal. Con estos adjetivos podríamos describir una película simplona, pero en este caso por cómo son mezclados y una gran interpretación de Gibson y una joven Erin Moriarty dan una muy buena película de género.

No debemos esperar sutilezas, porque no las hay. Ni dobles sentidos. La película muestra personajes que no tienen doblez ni engaño. No es una historia de espías, sino que es de amor, de redención, de perdón. Un padre que nunca ha criado a su hija le ayuda a sobrevivir. Nunca se han visto pero él la quiere como si fuese, y es, su único tesoro. La protege, aunque esto implique morir o tener que volver a la cárcel. Es interesante ver como Mel Gibson reinterpret un papel que ya habíamos visto en "Vacaciones en el Infierno". Un salvador necesitado de redención.

Pero no todo es Gibson en la película. Erin Moriarty, actriz que si es por algo conocida es por su papel en "Captain Fantastic" se come la cámara en numerosas ocasiones. Iguala el registro de Gibson y sin ella la película estaría también coja.

Jean-François Richet, francés que rueda acción en Estados Unidos ("Asalto al distrito 13" es suya) dirige con sencillez y cumple. Muy buen ritmo sin grandes altibajos, simplemente deja que la acción fluya sin cortarla en ningún momento. No hay grandes persecuciones, ni increíbles explosiones, pero el espectador disfruta de un producto muy bien hecho. 

Directa, sin rodeos, explícita, sencilla y lineal, así es "Blood Father", una muy buena película de género.

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